![tdah](https://lidiamarti.es/wp-content/uploads/2024/10/tdah.jpg)
Concepto TDAH
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición compleja que requiere de un enfoque multidisciplinario. Es importante que médicos y psicólogos trabajen juntos para saber qué está pasando en el cuerpo y en la mente. También es necesario que los profesores y orientadores de la escuela sepan cómo ayudar.
Para abordar adecuadamente el TDAH, es crucial la colaboración de especialistas en diferentes campos. Desde la vertiente médica, la participación de neuropediatras, pediatras y médicos/as es fundamental para comprender los aspectos fisiológicos.
Por otro lado, desde una perspectiva clínica, la intervención de psicólogos/as y psiquiatras proporciona un enfoque integral.
Finalmente, desde una óptica educativa, la contribución de psicopedagogos/as y orientadores es esencial para desarrollar estrategias de intervención efectivas.
La definición del TDAH por la Asociación Americana de Psiquiatría se basa en tres síntomas:
- Hiperactividad
- Impulsividad
- Desatención.
Síntomas
La capacidad de atención de los niños/as con este trastorno, lo que se refleja en dificultades para mantener el enfoque en las tareas y propensión hacia la distracción.
Además, la hiperactividad se manifiesta en un comportamiento motor excesivamente agitado, lo que puede interferir en sus relaciones interpersonales y su rendimiento académico.
Es importante destacar que el TDAH frecuentemente coexiste con otros trastornos, como trastornos del lenguaje, ansiedad, tics, trastornos del aprendizaje y desórdenes del afecto.
Esta amplia gama de síntomas dificulta la detección temprana y la implementación de intervenciones específicas.
El tratamiento efectivo del TDAH requiere una comprensión integral de sus manifestaciones clínicas y una intervención coordinada entre diversos profesionales de la salud y la educación. Esta aproximación multidisciplinaria es fundamental para optener los mejores resultados y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por este trastorno.
Características
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición crónica del neurodesarrollo que afecta a un porcentaje importante de la población infantil, con una incidencia estimada entre el 5% y el 7%. Este trastorno tiene un componente genético alto y tiende a persistir en la edad adulta en aproximadamente el 60% de los casos.
La sintomatología del TDAH puede variar según la edad del niño/a y debe manifestarse en al menos dos entornos distintos, como el hogar y la escuela, según los criterios diagnósticos del DSM-V y CIE-10. Los síntomas principales incluyen dificultades para mantener la atención en actividades cotidianas y académicas, así como una falta de control inhibitorio.
Recursos para mejorar la convivencia
Los rasgos clínicos fundamentales del TDAH son los siguientes:
- Déficit de atención sostenida: Los niños y niñas con TDAH pueden presentar dificultades para mantener la atención, especialmente en actividades monótonas. Se distraen fácilmente con estímulos irrelevantes y tienen problemas para organizar y planificar tareas. Este síntoma puede mejorar con la medicación.
- Problemas de interacción social: Los niños y niñas con TDAH suelen tener dificultades para establecer y mantener amistades duraderas. Pueden enfrentarse a conflictos de manera inadecuada y tener dificultades para ajustar sus respuestas. Esto puede llevar a que sean percibidos como «impopulares» entre sus pares y adultos.
- Rendimiento escolar bajo: El TDAH puede afectar negativamente el rendimiento académico debido a problemas de planificación y organización. Los afectados pueden tener dificultades en áreas como la memoria secuencial, la psicomotricidad fina y las habilidades cognitivas.
- Baja autoestima:este trastorno puede provocar una baja autoestima, ya que los afectados pueden sentir que fallan en sus relaciones. Esto puede generar un sentimiento crónico de incompetencia y fracaso.
- Dificultad para controlar impulsos:Uno de los síntomas más persistentes del TDAH es la dificultad para controlar impulsos. Esto se manifiesta en respuestas rápidas e impulsivas ante estímulos, así como en comportamientos disruptivos. Este síntoma puede mejorar con el uso de estimulantes.
Diagnostico
Según la guía del National Institute for Clinical Excellence (NICE) y otros autores, el diagnóstico del TDAH es mayoritariamente clínico, ya que no existe una única prueba biológica o psicológica definitiva. Se recopila información de diversas fuentes, como el individuo evaluado, padres, familiares, profesores y otros que comprendan el contexto del niño/a.
Además de los síntomas específicos del TDAH, se evalúan otras condiciones relevantes que puedan influir en el diagnóstico y tratamiento, tales como problemas médicos o neurológicos, trastornos psiquiátricos, dificultades psicosociales y familiares, así como posibles trastornos del aprendizaje o del lenguaje.
Las herramientas diagnósticas más utilizadas son el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV-TR) de la Asociación Americana de Psiquiatría y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud. Este enfoque clínico integral garantiza una evaluación precisa del TDAH, lo que facilita el desarrollo de planes de tratamiento efectivos.
Tratamiento TDAH
- Explicar la situación y los planes para ayudar al niño a superar los desafíos.
- Dedicar tiempo para escuchar al niño, comunicarse con calma y comprensión.
- Mantener la calma y la serenidad, ya que los niños suelen imitar el comportamiento de los adultos.
- Brindar un entorno estructurado y organizado al niño, estableciendo horarios claros sin abrumarlo con demasiados estímulos.
- Servir como modelos positivos de comportamiento.
- Informar al niño con suficiente anticipación sobre cualquier cambio en su rutina.
- Reconocer y elogiar las conductas apropiadas, reforzándolas positivamente.
- Ignorar los movimientos excesivos, a menos que representen un peligro, centrándose en las conductas deseables.
- Fomentar la confianza y la autoestima del niño.
- Reconocer y valorar el esfuerzo, el interés y la concentración del niño.
- Ayudar al niño a entender su propio comportamiento y el de los demás.
- Abordar el comportamiento disruptivo con firmeza pero manteniendo la calma cuando sea necesario.
- Promover la autonomía del niño evitando sobreprotegerlo
- Aceptar al niño tal como es, sin juzgar ni estigmatizar.
- Discutir los errores con calma, fomentando la reflexión antes de actuar.
- Corregir los errores ofreciendo alternativas y evitando críticas negativas.
- Mejorar la capacidad de atención de los niños mediante la realización de tareas simples y graduales.
Enlaces de interés
Asociación de Padres de Afectados por Déficit de Atención e Hiperactividad
Federación Española de Asociaciones para la ajuda al Déficit de Atención e Hiperactividad:
Asociación Balear de Padres de niños/as con TDAH. STIL